Nos encontramos ante un texto de carácter histórico escrito en la primera mitad del siglo XVIII, hay que situarlo pues en el conocido como siglo de las Luces o siglo de la Ilustración, el siglo bisagra que va a marcar el cambio entre la edad moderna y la edad contemporánea, entre el Antiguo Régimen y el Nuevo Régimen. Su autor es Voltaire, uno de los principales pensadores de la Ilustración francesa, conocido sobre todo por su anticlericalismo, entendió la política desde la óptica del rico burgués, de ahí sus elogios a la riqueza y al lujo; aunque era defensor de un gobierno fuerte que defendiera la propiedad privada prefería un sistema similar al inglés en el cual un parlamento formado por nobles y ricos burgueses controlará los caprichos y voluntades del rey. Se trata de un fragmento de su obra Cartas Inglesas o Cartas filosóficas publicada en 1734, donde defiende la tolerancia religiosa y la libertad ideológica, tomando como modelo la permisividad inglesa. Es pues un escrito público y que persigue la divulgación.
En este breve texto Voltaire nos comenta como es el sistema político inglés del siglo XVIII, nos dice el autor que en la nación inglesa existe un régimen en el cual los reyes están controlados por un parlamento, existiendo por lo tanto una soberanía compartida entre el rey y el parlamento, un parlamento bicameral con una cámara alta o Cámara de los Lores y una cámara baja o Cámara de los Comunes. Nos dice además el autor que llegar a este sistema no ha sido fácil y que durante el duro camino han ocurrido sangrientos sucesos como la ejecución del rey inglés Carlos I a mediados del siglo XVI. Según Voltaire, aunque en otras naciones ha habido revoluciones similares en contra del poder absoluto, ninguna ha conseguido triunfar como la inglesa.
Este texto de Voltaire se centra en el modelo político inglés vigente en la época en la que escribe el autor, el siglo XVIII. Es importante recordar aquí que durante el Antiguo Régimen la forma política más extendida fueron las monarquías absolutas que, en su mayor parte, se justificaron ideológicamente bajo la fórmula de "monarquía de Derecho Divino” y que fue la consecuencia del aumento del poder monárquico que se venía produciendo desde el siglo XVI. En una monarquía absoluta el rey concentraba todos los poderes, tanto el poder ejecutivo como el legislativo y el judicial, dirigiendo la política sin necesitar del consentimiento de asambleas y parlamentos para gobernar, aunque en la práctica este poder estaba limitado por varios aspectos como la existencia de fuertes poderes locales y la incapacidad de los reyes de hacer cumplir todas las leyes en sus extensas naciones. Durante el siglo XVIII los reyes absolutos introdujeron una serie de reformas influidos por el pensamiento ilustrado que dio lugar a una variante conocida como Despotismo Ilustrado. En este sistema absoluto nació y se formó Voltaire, ya que Francia fue, sin duda, el mayor representante de este modelo. Sin embargo en algunas naciones se habían producido una serie de revueltas que acabaron con el poder absoluto del rey y permitieron a las clases medias acceder al poder. De esta forma en Inglaterra se produjo una revolución a mediados del siglo XVII liderada por Cromwell que culminó con la ejecución del rey Carlos I y la instauración de un sistema republicano que duró muy poco, reinstaurándose poco después la monarquía, otra revolución propició un cambio de rey, así llegó al poder Guillermo III que tuvo que firmar la Declaración de Derechos en 1689, sometiendo así la autoridad del rey a la del parlamento. Un sistema similar existía en las Provincias Unidas.
El sistema más extendido fue por lo tanto el absolutismo, sin embargo, al final del siglo XVIII se va a producir una revolución en Francia, el país de Voltaire y el lugar de nacimiento de la Ilustración, una revolución inspirada en ideas ilustradas, que pondrá fin a este sistema y que dará paso a un Nuevo Régimen en una nueva etapa, la Edad Contemporánea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario